Por lo general se escriben temas que identifican al mayor número de personas. Los diarios tradicionales están dirigidos a satisfacer los gustos de las mayorías.
Y ¿qué pasa con los intereses de los grupos minoritarios? ¿Es que acaso nos olvidamos de ellos?
Esta minoría ha sido discriminada por sus preferencias musicales, tendencias sexuales, creencias religiosas, formas de vestir, de pensar y un sin número de cosas más.
Pero ¿como remediamos ese mal trato? Simple, el periodismo está llamado a dedicar un espacio más completo a estos grupos que nos les fue, ni les ha sido nada fácil ser aceptados por la sociedad.
Entonces hay que darle un giro a la agenda. Recoger los temas que se cayeron en el camino de la discriminación, porque más allá de las apariencias hay algo por descubrir.
Sólo nos resta esperar la buena voluntad de los medios.