El nivel de delincuencia en la ciudad de Quito ha aumentado drásticamente en la última década. Uno de los principales motivos, según el Teniente Coronel de Policía Marco Salazar, es por el crecimiento del uso y tráfico de estupefacientes en la ciudad.
Hoy en día la droga circula libremente por plazas, calles, centros de diversión y hasta en colegios de la ciudad, provocando que los jóvenes tengan fácil acceso a ella.
Una vez que las personas han caído en el mundo de la adicción, según Carlos Colamarco, director del Centro de Rehabilitación Puente a la Vida, hacen hasta lo imposible por obtenerla, a veces roban, otras asaltan e incluso llegan a cometer grandes estafas o asesinatos a inocentes, con tal de satisfacer su adicción.
El pasado miércoles en el Valle de los Chillos, un adolescente junto a sus dos amigos, intentaron robar el domicilio de la familia Martínez a las 21h00.
Según el guardia de la casa Juan Vélez, que se encontraba de turno en esos momentos, escuchó fuertes ruidos por lo que ingresó en el domicilio. “Vi a dos jóvenes entrar por la puerta de la cocina y yo los sorprendí, pero como estaban drogados sólo disparé al aire tres veces para asustarlos “dijo.
Juan Carlos Aguirre es otra víctima de la delincuencia provocada por adictos. El nos cuenta que al salir del restaurante Chelsea, ubicado en la Plaza el Quinde, fue abordado por tres muchachos que le dijeron “dame 20 dólares para comprar hierba o te mato”. Él rápidamente accedió para evitar que le hicieran daño.
La policía está redoblando esfuerzos para poder combatir este problema social que causa conmoción en cientos de familias quiteñas. Lo que intentan hacer es capturar a estos jóvenes para llevarlos a centros de rehabilitación y ponerlos en manos de los expertos.
Foto: www.google.com
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